Playa, parque, tu barrio: o cómo ponerte en forma sin pisar el gimnasio

Si existe una sensación deprimente, como dejar  pasar la vida, es parecida a entrenar en una sala de gimnasio mientras al otro lado del muro espera un día soleado, con gente disfrutando, paseando y corriendo.

A nadie, a no ser que viva dentro del círculo polar ártico o en el centro de una ciudad, se le ocurre entrenar en cinta de correr o bicicleta estática del mes de abril en adelante.

Sin embargo, el castigo parece inevitable para entrenar la fuerza; incluso una semana o dos de vacaciones provocan  un desolador sentimiento de culpa.

Dominadas: Para la fuerza que quiere desarrollar la mayoría, con una  barra para hacer dominadas vale (para el caso una rama o el larguero de una portería de fútbol).

Fondos en suelo o en barra y saltos: esto le sirve a casi todos los corredores: todos los músculos básicos del tren superior reciben su estímulo. Y, para ser sinceros, mayor que el del 90 por ciento de lo que trabajan los pobladores gimnasios

Flexiones en suelo o push-ups: exigen el movimiento de entre el 60 y 70% del peso corporal (en el punto más bajo, el ángulo de la palanca es menor y el peso algo mayor).

Alguien que pese 80 kilos levanta en torno a 56 en cada movimiento, lo que ya es tanto como el peso que usa la inmensa mayoría en press de banca, con la ventaja añadida del trabajo de abdominales y cintura escapular. Las variaciones de posición de cuerpo y manos son infinitas.

Calistenia: Cuando la ganancia de fuerza se convierte en un objetivo, empieza el reino de una de las tendencias de moda.

Hay cientos de vídeos que describen ejercicios con el peso corporal, pero salvo que uno sea un prodigio genético o traiga ya elaborada una coordinación o fuerza en el core, realizarlas entra en el terreno de la preparación para películas sobre personajes de Marvel.

Si no está previsto trabajar en el circo del sol, tan sólo con llevar algo tan simple como un par de bandas de goma, tipo theraband, es posible una rutina exigente, con un requerimiento medio-alto de fuerza:

Con sistema TRX: si en la maleta o acompañando al parque para entrenar hay algo de sitio, lo mejor es un complemento para entrenar en suspensión. Un sistema tipo TRX es ligero y está de moda, pero para entrenar de verdad, un par de anillas portables de gimnasia son imbatibles y ocupan lo mismo. Además de fondos, muscle-ups y ejercicios gimnásticos en el nivel de fuerza casi máximo, permiten hacer cualquier otro ejercicio, con el plus de la estabilización.

Claro que para los grandes ejercicios de fuerza, peso muerto, press de banca realmente pesado, sentadilla, dominadas con lastre y clean no parece haber sustituto a la barra y el gimnasio.

A no ser que de repente uno se dé cuenta de que uno de los beneficios de no entrenar solo es que el compañero, además de charlar y ayudar, también se puede usar de peso.

Hasta a esos pocos, a los que no les interesa mucho correr o el fitness, solo mover los máximos kilos, les puede compensar entrenar al aire libre algunos días al año. La condena de la celda del  gimnasio es muy dura sin un descanso.