RESPIRAMOS A UN TERCIO DE PULMÓN

Respira mejor y más profundo para sentir estos seis beneficios en tu cuerpo

La mayoría de nosotros respiramos de forma superficial y no tenemos todo el oxígeno que deberíamos.  Vamos por la vida aprovechando sólo un tercio de nuestra capacidad pulmonar y eso al final termina afectando a un órgano fundamental para nuestra vida como es el pulmón.

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La respiración te puede ayudar a concentrarte | Agencias

En la mayoría de los casos, esto es debido al estrés al que estamos sometidos, Vivimos como en continuo estado de alerta, sólo hay que pararse un segundo a contemplar cómo estamos muchas veces incluso sentados trabajando delante del ordenador para darnos cuenta que nuestro cuerpo está en tensión.

La respuesta del cuerpo al estrés es prepararse para una huida, se contrae y respira más corto y agitado de lo que debería.

Cuando respiramos, las células de la sangre reciben oxígeno y liberan dióxido de carbono. El dióxido de carbono es un producto de desecho que se lleva de nuevo a través de su cuerpo y exhalaba.

Lo que sucede con la hiperventilación es que se reduce el nivel de dióxido de carbono y calcio en la sangre. Esto hace que los vasos sanguíneos del cerebro se constriñan, lo que produce síntomas físicos, como mareo, entumecimiento, dolor de cabeza y otros.

Respirando bien puedes ayudar a revitalizar el organismo, que si logras que llegue más oxígeno a todos los tejidos de tu cuerpo, esto repercute positivamente en tu salud. Veamos esos aspectos positivos.

Te sientes con más energía y más vital. Te sientes menos cansado ya que cuando la respiración es completa, el corazón  tiene que hacer menos esfuerzo para que la sangre envíe el oxígeno que necesitan todas las células para funcionar.

Haces mejor la digestión. Los alimentos se digieren con ayuda del oxígeno, ya que  es el encargado de convertir las moléculas de los alimentos en energía para tu organismo.

Por el contrario, si este proceso no se lleva a cabo completo, muchas de esas moléculas se quedan en el estómago a modo de deshecho. Además nos cuesta menos adelgazar porque para convertir la grasa en energía el cuerpo necesita oxígeno.

Te ayuda a relajarte y a dormir mejor. Se ha demostrado que inspirar profundamente nos ayuda a calmarnos y relajarnos siendo más fácil así conciliar el sueño, ya que la velocidad de los pensamientos desciende.

Además, mejorar la respiración, sobretodo la nasal, evita la apnea del sueño, lo que incrementa la calidad del descanso de aquellos que lo padecen.

Aumenta la capacidad de concentración. El cerebro necesita mucho más oxígeno que el resto de músculos para poder cumplir con sus funciones. Cuando no respiramos bien y este no tiene el oxígeno que necesita, nos cuesta concentrarnos, nuestro rendimiento intelectual disminuye. Una buena oxigenación hace que todas nuestras capacidades, atención, memoria, concentración aumenten.

Tu cuerpo acumula más tensiones. Está demostrado que la respiración tiene influencia también en los músculos y los tejidos. Al no recibir oxígeno suficiente, se agarrotan y se producen tensiones musculares.

Haz la prueba ahora mismo, delante de esto que estás leyendo, inspira profundamente y suelta el aire siendo consciente de si tus músculos se relajan, sobre todo el cuello y las cervicales.

Respirar bien rejuvenece.  Las células de la piel también necesitan oxígeno para lucir más sana y saludable. Todo acompaña, pero muchas veces los días que mejor nos sentimos físicamente son aquellos en los que estamos relajados, respiramos bien, hemos descansado bien, y nuestra cara expresa con luminosidad esos síntomas de relajación.

Visto todo esto, es importante que tomemos el control y analicemos cómo estamos respirando. Paremos un momento a analizar si nuestro abdomen se infla al respirar. De lo contrario, significa que el diafragma no se está expandiendo para coger aire.

Si es así, para un momento y realiza varias respiraciones seguidas. Un buen ejercicio es sentarse con las manos sobre el esternón, cogiendo aire por la nariz y despegando los codos hacia fuera, sintiendo como el diafragma se expande.  Al expulsar el aire por la boca dejamos que vuelvan a descender.

Paula Butragueño | @pau_inspirafit | Madrid
| 24/10/2015

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